
Los papiros genuinos se obtienen a partir de la planta del papiro, muy utilizada en el antiguo Egipto, a partir de la cual se obtiene una superficie parecida al papel sobre la cual se pueden realizar dibujos o grabados.
El proceso para obtener papiro se puede resumir en los siguientes pasos:
1- Se corta el tronco de la planta del papiro y se mantiene en remojo entre siete y catorce días (cuantos más días este en remojo, más marrón quedará el papiro final).
2- Se corta el tronco en láminas finas y se pasa un rodillo sobre cada lámina, con el fin de eliminar parte del azúcar y del agua de la lámina y hacerla, así, menos quebradiza.
3- Se van alterando láminas horizontales y verticales, a modo de malla para construir una superficie lisa.
4- Se prensa la lámina durante siete días. Se saca de la prensa y listo para su uso.